Como fotografiar el cielo

Normalmente se piensa que, para hacer astrofotografía, es necesario un gran equipo. Evidentemente, si éste es bueno, podemos obtener magníficas astrofotografías, pero lo que casi nadie se imagina es que con un equipo modesto también pueden hacerse magníficas e interesantes imágenes del cielo, es más, incluso con una cámara y un trípode (o sin él, simplemente buscando un buen apoyo para la cámara), pueden hacerse fotografías del cielo bastante interesantes. Es precisamente de esto de lo que hablaremos en el presente artículo, de fotografiar el cielo sin telescopio.

Para hacer este tipo de fotografías, simplemente necesitamos una cámara de fotos, evidentemente, a ser posible con la posición B (“bulb”) del obturador (es decir, que éste esté abierto el tiempo que nosotros queramos), ya que este tipo de fotos, como todas en general en astrofotografía, requieren larga exposición. Es muy recomendable, pero no imprescindible, que la cámara sea réflex. También es casi obligatorio un trípode, pues como ya he comentado, son fotografías de larga exposición y la cámara ha de estar totalmente quieta. Pero como he apuntado, ni una cámara réflex es imprescindible, ni un trípode tampoco. De hecho, la primera fotografía del cielo que hice, fue con una cámara de película no réflex que el obturador permitía solamente cuatro velocidades (1/250, 1/125, 1/60 y 1/30) y la posición B. Puse la cámara en el suelo apuntando a la estrella polar y aguantada con unas piedras y dejé abierto el obturador durante una hora. El resultado fue una fotografía de circumpolares bastante interesante. Con esta cámara y apoyándola donde podía, hice alguna fotografía más de este tipo.

De todas maneras, es casi obligatorio disponer de un trípode. Con esta técnica pueden hacerse fotos de las trazas que dejan las estrellas al girar la Tierra, constelaciones, cometas visibles a simple vista, la Luna, conjunciones planetarias, …
Tenemos dos maneras de hacer fotografías de este tipo, una es mediante una única toma y la otra es haciendo unas cuantas y después sumarlas con software específico.

 Así por ejemplo, si fotografiamos la Luna, conjunciones planetarias, constelaciones o cometas, con una única toma ya tenemos suficiente, pues el tiempo de exposición no ha de ser excesivamente grande. Para hacer trazas de estrellas, podemos hacer también tomas únicas, pero si queremos trazas largas, el tiempo de exposición ha de ser largo y, con las actuales cámaras digitales, es mejor hacer unas cuantas tomas cortas (de 30 o 60 segundos) y después sumarlas con software específico como por ejemplo el Startrails (de libre disposición). Lo mismo pasa con las fotografías de constelaciones, podemos hacer una toma única o si lo que queremos es las constelaciones con una densidad elevada de estrellas, entonces habremos de hacer unas cuantas tomas cortas (30 segundos máximo) y después sumarlas con software específico, como el DeepSkyStacker (también de libre disposición).


José Luis Martínez